La caricatura como complemento metodológico en el aprendizaje filosófico II
La investigación y propuesta
didáctica que vertebra esta entradas del blog basado en las investigaciones de la entrada previa a cerca del humor es la
siguiente: ¿La incorporación del humor en las clases puede facilitar la
comprensión de la asignatura a los alumnos?En esta etrada trataremos de abordar un posible uso del humor por parte del docente.
En la asignatura de Filosofía las ventajas que podemos intuir a priori son varias. Por un lado, recuperar dos características fundamentales que la filosofía tenía en su origen griego, como son la retórica y la ironía, y que se han ido perdiendo con el auge del academicismo. La ironía y el humor surgen a menudo de la confrontación dialéctica, y suponen una herramienta muy útil para la desarticulación de sofismas y poner de manifiesto incongruencias o contradicciones de discursos ajenos o de la realidad misma. Estas han sido ampliamente trabajadas por escuelas como la de los cínicos o el propio Sócrates. A su vez, es innegable que, para usar el humor y el ingenio, no solo se ha de tener un buen dominio de los conceptos principales, sino que se ha de poner en marcha la capacidad artística y creativa del individuo, redundando esto en un aumento de las competencias de los alumnos, y dando una alternativa al modelo memorístico imperante en el sistema educativo y que muchas veces es fruto de frustraciones y estancamientos.
Con esta propuesta, buscaremos desarrollar tanto la autonomía como la actitud crítica reflexiva y emprendedora por medio de la elaboración de caricaturas filosóficas que sinteticen el contenido teórico, aumentando la comprensión del mismo por parte del alumno. Al no ser un modelo basado en la asimilación pasiva de conceptos, sino en una reinterpretación de los contenidos curriculares bajo sus propias categorías promoviendo un aprendizaje activo, la atención y el desarrollo intelectual del alumno serán mayores de lo que se puede esperar en otros modelos más pasivos. Estos otros modelos restringen la capacidad creativa del alumno y no le dejan experimentar con conceptos nuevos, integrando las nuevas categorías a su propio mundo subjetivo, cosa que la caricatura y el humor si permiten, sacrificando algo de contenido académico para lograr una mayor flexibilización de los contenidos. Además, esta nueva forma de aprendizaje da pie a una rama de la filosofía que antes solo era tocada tangencialmente o directamente quedaba fuera de los contenidos impartidos en la asignatura como es la estética.
Por parte del docente será recomendable que tenga a su disposición varios chistes, viñetas o curiosidades a cerca de la vida de los filósofos que está explicando en cada momento, de modo que pueda usar ese recurso cuando el considere necesario. Para ello tenemos una amplia bibliografía que puede servirnos de apoyo entre las que creo conveniente destacar Filosofía para bufones de Pedro González Calero, Platón y un ornitorrinco entran en un bar de Thomas Cathcart y Daniel Klein, o Los Simpson y la Filosofía de William Irwin. Y para inspirar a los alumnos en sus futuras elaboraciones podemos servirnos de libros como el de Michael F. Patton y Kevin Cannon Filosofía en viñetas. Como hemos señalado anteriormente, las bromas que se realicen en clase tendrán que estar relacionadas con ideas centrales de los contenidos curriculares o servir como reglas mnemotécnicas para recordar estos. A continuación, expondremos unos ejemplos extraídos del libro Filosofía para bufones y como enlazarlos con los contenidos de la asignatura:
· Tales de Mileto (Calero, 2007, pág. 11): cuando Tales cayó al fondo de un pozo por ir mirando a las estrellas, una esclava tracia lo vio y le preguntó, -¿Qué quieres ver en el cielo si no eres capaz de ver el suelo que pisas?
Esta anécdota puede servir como pie a la introducción de la asignatura, ya que se trata del primer filósofo monista, a la vez que presentar la caricatura clásica del filósofo despistado, preocupado por cuestiones trascendentales y poco enfocado en la praxis diaria. A su vez, podemos presentarla como regla mnemotécnica para recordar el principio en el que Tales basa su cosmogonía, el agua, ya que paradójicamente este cayó a un pozo.
· Diógenes el perro: de este filósofo podemos encontrar infinidad de historias y anécdotas, unas más y otras menos verosímiles, pero la que podemos destacar por encima de todas es la de su encuentro con Alejandro Magno. Cuando Diógenes le pregunta que va a hacer después de conquistar el mundo y Alejandro responde que descansar, podemos ver claramente la poca importancia que Diógenes da a los valores de la civilización y el progreso, y el uso que esta escuela hace de la sátira para criticar aquello que consideran banal. Tras esto, Diógenes se ríe de él, alegando que el ya esta descansando y sin necesidad de conquistar el mundo. Más tarde, cuando Alejandro, prendado de la peculiar sabiduría de este filósofo le pregunta que es lo que quiere, y Diógenes le responde que se aparte para poder disfrutar del sol vemos nuevamente la clara repulsa que los cínicos tienen por aquello que corrompe al resto de los hombres, las posesiones materiales, así como la incorruptibilidad de este personaje.
· Kant: para presentar a Kant y la diferencia entre las acciones análogas al deber y las realizadas por mor del deber implícitas en el imperativo categórico podemos acudir al poema que le dedica su alumno Schiller (Calero, 2007, pág. 122):
Con gusto ayudo a mis amigos,
Más que haya gusto no le gusta
Al gusano de mi conciencia
Y por eso se me disgusta.
En este poema podemos ver como la máxima del imperativo categórico nos da lugar a situaciones complejas en que las acciones por mor del deber y análogas al deber nos resultan indistinguibles, incluso para el propio sujeto que las realiza. En la filosofía Kantiana, solo cuando la acción realizada por el sujeto va en contra de toda felicidad de este podemos ver claramente que una acción se realiza por mor del deber. A sí mismo, podemos servirnos de su estilo de vida para imaginar su filosofía, un sistema de pensamiento sistemático y cuadriculado, donde las categorías y el entendimiento mismo ocupan un papel capital. Tanto era así que se cuenta que los vecinos aprovechaban su paseo vespertino a las 5 de la tarde para poner en hora sus relojes.
Estos son solo algunos ejemplos que proponemos para orientar las clases, introducir a los filósofos, relajar la mente después de una intensa lección a cerca de alguno de ellos o captar la atención de los alumnos justo antes de introducir una idea clave de su pensamiento.
Bibliografía
Calero, P. G. (2007). Filosofía para bufones. Barcelona: Ariel.
Klein, T. C. (2008). Platón y un ornitorrinco entran en un bar... Barcelona: Planeta.
L., F. B. (2000). Cultivating positive emotions to optimize health and well. Prevention & Treatment, 3.
Martin, R. (2008). La Psicología y el humor. Un enfoque integrador. Madrid: Orión.
Martinez González, R. (2007). La investigación en la práctica educativa: Guía metodológica de investigación para el diagnóstico y evaluación en los centros docentes. Madrid: CIDE.
Pérez, J. C. (2017). Elaboración e interpretación de caricaturas como. Torreón Universitario, 6-24.
Skoble, W. I.-M.-A. (2001). The Simpsons and the Philosophy. United States : Open Court.
Solís, E. J. (2009). Risa y aprendizaje: el papel del humor en la labor docente . Revista interuniversitaria de formación del profesorado, 203-215.
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