¿Para qué sirve la filosofía? El papel de la Filosofía en la educación

 La Filosofía siempre ha sido una asignatura dificil de encasillar dentro del conjunto de la educación, pues, aunque esta a primer vista parece del conjunto de "letras" bebe en gran parte de los sistemas y modelos de pensamiento científicos, y la importancia de la cosmovisión científica en los planteamientos filosóficos de cada época resulta capital. Pero sin duda el lugar de mayor controversia lo encontramos cuando nos preguntamos ¿Para qué sirve la Filosofía? El papel de las matemáticas es servir de herramienta a las distintas ciencias tecnológicas mesurando los resultados de los experimentos, el de la física realizar dichos experimentos para conocer e interpretar regiones cada vez más alejadas del mundo, tanto macroscópico (astronomía) como microscópico o subatómico (cuántica). El papel de la música es el de crear partituras e interpretarlas adquiriendo destrezas con los diferentes instrumentos, y el de la literatura interpretar clasificar y crear material literario. Todas las asignaturas que tienen cabida en la ESO parecen tener una clara praxis despues de su asimilación teórica, excepto la Filosofía.

Para mí, la virtud de la Filosofía reside justamente en la respuesta negativa a esta pregunta: La Filosofía no sirve para hacer nada. Y es gracias a eso que la Filosofía tiene un valor fundamental en la sociedad actual, así como en toda la historia pasada, ya que es la única rama del conocimiento que no sirve para crear, sino más bien para destruir, como diría el filósofo español Gustavo Bueno: la filosofía es una trituradora. 



El papel de la Filosofía reside en la capacidad de detenernos a pensar y examinar nuestro conjunto de ideas y pensamientos y someterlos a una crítica destructiva, para ver que queda de ellos tras el examen de la razón, como un tamiz que separa el trigo de la paja. Esto, a mi juicio, resulta capital en el mundo contemporáneo en el que el papel de las tecnologías cada vez ocupa más tiempo en nuestras vidas, y que la sobreinformación hace que aceptemos más rapidamente los titulares sensacionalistas y los compartamos como si estos fuesen razones suficientes antes que pararnos a leer y examinar los argumentos que los sustentan. Actualmente la estética en forma de clickbait se ha apoderado de la polis, en una suerte de rima histórica con los sofistas que hace más de 2000 años poblaban la ciudad de Atenas, y en contra de los que tanto Sócrates como Platón se alzaban. No en vano en la república de Platón este aboga por expulsar a los poetas de la polis, pues estos confunden por medio de la estética de sus versos a los ciudadanos no preparados para distinguir placer de verdad. El placer de la autocomplacencia que los titulares de los medios sensacionalistas nos proporcionan cuando estos coinciden con nuestro sistema de ideas preconcebidas, unidos al "efecto burbuja" de nuestras cookies que nos orientan hacia noticias que coincidan con nuestro sesgo ideológico hace que conformemos un mundo mental ficticio que cada vez más tiende a la polarización, al etiquetado y al pensamiento simple y maniqueo. 

La Filosofía contribuye a ser suspicaz y desconfiado, desarrollando la autonomía del individuo y no dejando que este sea facilmente manipulable por las estrategias de los medios (tanto analógicos como digitales) dandole la capacidad de analizar y llegar a los planteamientos fundamentales de los mismos.  



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